sábado, 21 de noviembre de 2009

Superdotados y superdotadas

Me lo tuvo que recordar mi hermana:

- ¿No te acuerdas? Tú eras superdotada.

Y la verdad es que lo había olvidado, pero entonces empecé a recordar aquel papel que llegó a casa y que mis padres supongo que leerían como un boletín de notas más. Y recordé un examen con muchos cuadraditos y, lo que más me había gustado, el señor que nos habían pedido que dibujáramos. A mi el señor me había quedado precioso, con reloj de pulsera y todo. A tanto detalle aquellas personas le habían dado, al parecer, más importancia de la que tenía.

¿Por qué recordamos esto ahora? Aquella educación tan austera, supongo, dónde un dibujo libre de encargo era todo un motivo de placer. Como cuando curro ahora.

El título viene a raiz del Tontos y tontas que tanto me tengo que oír estos días a raíz del desafortunado artículo que el Reverté escribió sobre una campaña que se hizo en la Universidad de Zaragoza. No se puede hacer nada sin contar con el sobreesfuerzo que supondrá la inteligencia que no se encuentra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No eras, eres.

faq dijo...

Eso es bueno ?

marideliwes dijo...

Ah, pues eso dependerá de gustos :-)

Ángeles dijo...

Ya me parecía a mi, y va a ser que un niño que preocupa mucho a sus padres, va a tener lo mismo. Hazselo mirar, que se aburre en clase.
Guapa