Desde el auditorio de Zaragoza, en la feria de artesanía, cuando son las cinco y media de la tarde hora torera, agradecemos la confianza que depositas en nosotros.
Desde aquí, animamos a todos los blogger a visitarnos, nos hacemos llamar vadebarro en el stand nº 35, la contraseña sera..."pio, pio, que te pillo" DEPARTAMENTO TERAPEUTICO-ARTESANO DE MARKETING, FINANZAS Y DEMAS DROGAS
Añil, yo tengo en mi historial todo tipo de periodos prenavideños: desde la emoción esperanzada y féliz hasta el desastre más absoluto pasando por la indiferencia más dolorosa (todo mucho, todo mucho). Creo que lo peor en mi caso es resistirme, entonces sí que lo paso mal. Desde hace un tiempo procuro adaptarme a la Navidad. Sin esperanza, también es cierto, pero sin ponerme burriquilla tampoco:-)Este año volveré a probar la crema de marisco del Sr. Sónfor y, sin sobrepasarme, intentaré hacer unas cuantas cosas :-)
Si algún día nos conocemos, seguro que te acabo regalando uno de los pendientes de Lola/Adolfo, mis proveedores de regalos preferidos. Un beso
Oiga, Marideliwes, yo vendo un aparato para hacer remo en casa en estado semiviejo, que es que tengo una contractura el el homóplato izquierdo y no me conviene ya usarlo. Es un detalle perfecto para regalar a alguien que desee contracturar. Y lo que pesa. Y lo trasto que es.
¿Remo remo? Yo tengo uno que es como una bici, pero sin ser bici, que no puedes ni sentarte. Y que además tienes que pedalear con las rodillas separadas y a mi me da un mal rollo... bueno, un mal rollo y que me duelen las rodillas porque yo no se andar con las "patas anchas". Bueno, y tampoco es que sea muy mio, que es de mi esposo y él sí que lo usa y que se le ve contento. No sé. Joé, que me llama mi hijo, que si no no se ducha.
Marideliwes, que ha pasado un año y le tengo que dar otra receta de crema. Bien, esto es más bien una sopa. Escuche, usted cuando vea los ingredientes dirá «pues vaya crema o sopa más sosa», pero usted pruébela y luego me lo cuenta, que el resultado es sorprendente y muy fino. Corte una cebolla grande de guisar, una zanahoria grande, hermosa, y un manojo de espárragos trigueros (reserve las puntas), todo en grande, a lo bruto, y sofríalo en un puchero. Eche sal y un poco de tomillo y pimienta negra molida. Cuando lo vea todo ya apochado, eche agua (calcule a ojo) y si quiere, échele una pastilla de caldo de verduras Santiveri (es el mejor, sin duda, viva el glutamato). Téngalo ahí cociendo un rato mientras mira su correo o ve la tele. Luego sáquelo del fuego y métale la batidora con alegría. Pase el contenido por un chino para eliminar restos de fibra molesta (meta la batidora en el chino y verá qué rapido lo cuela). Reserve. Fría unos ajos laminados y cuando estén dorados eche las puntas de espárragos (y si le gustan las gambas, pues unas pocas gambas peladas, al final). Deje los espárragos al dente, quítele los ajos, que ya no tienen nada que hacer. Pruebe la crema y diga «pero qué buena está, si parece que lleva más ingredientes». Rectifique, si es necesario, la sal y la pimienta. Sirva la crema en cuencos y ponga sobre ella unas pocas puntas de espárrago, una gamba o dos y, si tiene a mano, un poco de cebollino picado para hacer bonito. Ya está. Le pedirán la receta. No la diga.
Bueno, pero antes pruebe esa sopa y a ver qué me dice. Que no se va a creer lo buena que está, que no sabe a espárrago, ni a cebolla ni a zanahoria sino a todo junto o a otra cosa incluso.
11 comentarios:
Me gustaría poder doblar el almanaque y saltarme estas fechas. Mi economía se resiente considerablemente en esta quincena.
Resignación, ¡con el viajico tan mono que me daría yo con ese dinero!
A mi me gustaría saltarme lo de la economía pero no las fechas :)
Desde el auditorio de Zaragoza, en la feria de artesanía, cuando son las cinco y media de la tarde hora torera, agradecemos la confianza que depositas en nosotros.
Desde aquí, animamos a todos los blogger a visitarnos, nos hacemos llamar vadebarro en el stand nº 35, la contraseña sera..."pio, pio, que te pillo"
DEPARTAMENTO TERAPEUTICO-ARTESANO DE MARKETING, FINANZAS Y DEMAS DROGAS
Yo os tengo mucha fe, chicos, ya lo sabéis, que no hay vez que no salga con un montón de pendientes y me acabe quedando sin ninguno. Por cierto.
Añil, yo tengo en mi historial todo tipo de periodos prenavideños: desde la emoción esperanzada y féliz hasta el desastre más absoluto pasando por la indiferencia más dolorosa (todo mucho, todo mucho). Creo que lo peor en mi caso es resistirme, entonces sí que lo paso mal. Desde hace un tiempo procuro adaptarme a la Navidad. Sin esperanza, también es cierto, pero sin ponerme burriquilla tampoco:-)Este año volveré a probar la crema de marisco del Sr. Sónfor y, sin sobrepasarme, intentaré hacer unas cuantas cosas :-)
Si algún día nos conocemos, seguro que te acabo regalando uno de los pendientes de Lola/Adolfo, mis proveedores de regalos preferidos. Un beso
Oiga, Marideliwes, yo vendo un aparato para hacer remo en casa en estado semiviejo, que es que tengo una contractura el el homóplato izquierdo y no me conviene ya usarlo. Es un detalle perfecto para regalar a alguien que desee contracturar. Y lo que pesa. Y lo trasto que es.
Gracias cielo, intentaré seguir tu consejo y no resistirme.
¿Remo remo? Yo tengo uno que es como una bici, pero sin ser bici, que no puedes ni sentarte. Y que además tienes que pedalear con las rodillas separadas y a mi me da un mal rollo... bueno, un mal rollo y que me duelen las rodillas porque yo no se andar con las "patas anchas". Bueno, y tampoco es que sea muy mio, que es de mi esposo y él sí que lo usa y que se le ve contento. No sé. Joé, que me llama mi hijo, que si no no se ducha.
Marideliwes, que ha pasado un año y le tengo que dar otra receta de crema. Bien, esto es más bien una sopa. Escuche, usted cuando vea los ingredientes dirá «pues vaya crema o sopa más sosa», pero usted pruébela y luego me lo cuenta, que el resultado es sorprendente y muy fino.
Corte una cebolla grande de guisar, una zanahoria grande, hermosa, y un manojo de espárragos trigueros (reserve las puntas), todo en grande, a lo bruto, y sofríalo en un puchero. Eche sal y un poco de tomillo y pimienta negra molida. Cuando lo vea todo ya apochado, eche agua (calcule a ojo) y si quiere, échele una pastilla de caldo de verduras Santiveri (es el mejor, sin duda, viva el glutamato). Téngalo ahí cociendo un rato mientras mira su correo o ve la tele. Luego sáquelo del fuego y métale la batidora con alegría. Pase el contenido por un chino para eliminar restos de fibra molesta (meta la batidora en el chino y verá qué rapido lo cuela). Reserve. Fría unos ajos laminados y cuando estén dorados eche las puntas de espárragos (y si le gustan las gambas, pues unas pocas gambas peladas, al final). Deje los espárragos al dente, quítele los ajos, que ya no tienen nada que hacer. Pruebe la crema y diga «pero qué buena está, si parece que lleva más ingredientes». Rectifique, si es necesario, la sal y la pimienta. Sirva la crema en cuencos y ponga sobre ella unas pocas puntas de espárrago, una gamba o dos y, si tiene a mano, un poco de cebollino picado para hacer bonito. Ya está. Le pedirán la receta. No la diga.
Cómo me gustan sus recetas, Harry. Bueno, todo usted me gusta tanto que me lo comería. A besos, a besos, no os pongais nerviosos.
Bueno, pero antes pruebe esa sopa y a ver qué me dice. Que no se va a creer lo buena que está, que no sabe a espárrago, ni a cebolla ni a zanahoria sino a todo junto o a otra cosa incluso.
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