jueves, 19 de mayo de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
En las crisis y en la guerras
Le prometí al Sr. Sonfór que hablaría de Un día me esperaba a mi mismo, de Miguel Angel Ortíz Albero y publicado por la editorial Jekyll & Jill. Todo en google, en blogs, en facebook, en twitter... bueno, en twitter no sé exactamente. También aquí.
Y tampoco sé exactamente que más puedo añadir o no:
Que es un libro precioso sólo apto para sensibilidades especiales (ayer escuchaba por la tele decir a un humorista que todo el mundo se considera de una sensibilidad por encima de la media; o sea que, en ese sentido, tampoco es que estemos añadiendo nada).
Y también algo más que nos recuerda este libro: que la guerra tiene muchos puntos en común con las crisis, incluso con crisis económicas como la nuestra; que no siempre somos dueños de las circunstancias que nos toca vivir, pero que pareciera que sólo hay dos estados: o crisis o guerra y que seguramente esta barbarídad que acabo de decir es consecuencia de encontrarnos en una de estas circunstancias. Y que no hay otra salida digna que el amor o los deseos o la trasformación de una realidad, la de los otros, en otra diferente y propia. Una salida, una joya. Cuando nos esperamos a nosotros mismos.
Muchas gracias, Sr. Sonfór. Me siga publicando libros, porloquemásquiera.
(borrador, luego ponemos los enlaces. Y, a lo mejor, hasta foto :-)))
Y tampoco sé exactamente que más puedo añadir o no:
Que es un libro precioso sólo apto para sensibilidades especiales (ayer escuchaba por la tele decir a un humorista que todo el mundo se considera de una sensibilidad por encima de la media; o sea que, en ese sentido, tampoco es que estemos añadiendo nada).
Y también algo más que nos recuerda este libro: que la guerra tiene muchos puntos en común con las crisis, incluso con crisis económicas como la nuestra; que no siempre somos dueños de las circunstancias que nos toca vivir, pero que pareciera que sólo hay dos estados: o crisis o guerra y que seguramente esta barbarídad que acabo de decir es consecuencia de encontrarnos en una de estas circunstancias. Y que no hay otra salida digna que el amor o los deseos o la trasformación de una realidad, la de los otros, en otra diferente y propia. Una salida, una joya. Cuando nos esperamos a nosotros mismos.
Muchas gracias, Sr. Sonfór. Me siga publicando libros, porloquemásquiera.
(borrador, luego ponemos los enlaces. Y, a lo mejor, hasta foto :-)))
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