Yo tuve muy buenos profesores: desde la señorita Eva, que me cogió en parvulario, hasta los profes del BUP que consiguieron que aquel caballo desbocado sobreviviera, pasando por la señorita Loli que nos obsequiaba con 5 minutos de arreglo de pestañas cada vez que quería explicarnos un nuevo concepto de matemáticas... Yo soy mis padres y lo que fui al nacer, pero también están en mi las señoritas y los profes que me quisieron. De eso no he tenido jamás ninguna duda.
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