Al margen de que al Internet Explorer no le gusta que nadie ponga comentarios, aunque si al Mozilla Fire Fox, a mi me gustaría decir cuando empezaban a gustarme las cosas que escribes parece que la sico no. Bueno, vosotras conoceis los objetivos que perseguís, yo no. Solo que a mi empezaba a gustarme, prefiero la literatura al diario. Lo fantástico del arte es que sea interpretable y emocinante, no evidente. Lo fastástico es que cada uno crea ver una evidencia y nadie sabe nada y piensa que lo sabe todo. Pero qué queremos?. A mi no me gusta el hiperrealismo, prefiero el minimalismo y el abstracto. Aunque reconozco que también me gusta Antonio Lopez.
"Así es, indudablemente, como debería terminar el relato, con las focas y las estrellas, explicación, resignación, reconocimiento, todo recogido en una significación superior radiante y ambigua, en la calma de la mente, agotadas todas las pasiones. Sin embargo, a diferencia del arte, la vida tiene una irritante manera de seguir adelante a tropezones, cojeando, desvirtuando conversaciones, arrojando dudas sobre las soluciones y, en general, dando ejemplo de la imposibilidad de seguir llevando por siempre jamás una vida feliz o virtuosa... Después sentí también que podía aprovechar esta oportunidad para atar algunos cabos sueltos aunque por supuesto jamás puede uno atar los cabos sueltos, porque siempre está dejando otros nuevos. El tiempo, como el mar, desata todos los nudos. Los juicios sobre las personas no son jamás decisivos; surgen de resúmenes que inmediatamente hacen pensar en la necesidad de una reconsideración. Los arreglos humanos no son otra cosa que cabos sueltos y cálculos nebulosos, independientemente de cualquier cosa que para consolarnos pueda fingir al arte".
Por lo demás: aquí del arte no somos. Eso, seguro.
La normalidad es un rollazo, a veces hay que atreverse a romperla, y otras veces es que te sale, "te sales" sin poder remediarlo: esa sensación de no pertenencia, para bien y para mal. Para bien porque te alegras de no formar parte de ese esquema tan uniforme, de tener una vida interior tan rica ... para mal porque llevas la ropa sin planchar, tienes sueño, no te interesa la conversación sobre ropa, pelos o hij@s (aunque tú también tienes de todo eso pero sin meter tanto rollo...)
4 comentarios:
A ver marideliwes esas traducciones libres...
De código generalista debe decir la seño. Que salga del corazón. Facilmente aprehensibles.
Al margen de que al Internet Explorer no le gusta que nadie ponga comentarios, aunque si al Mozilla Fire Fox, a mi me gustaría decir cuando empezaban a gustarme las cosas que escribes parece que la sico no. Bueno, vosotras conoceis los objetivos que perseguís, yo no. Solo que a mi empezaba a gustarme, prefiero la literatura al diario. Lo fantástico del arte es que sea interpretable y emocinante, no evidente. Lo fastástico es que cada uno crea ver una evidencia y nadie sabe nada y piensa que lo sabe todo. Pero qué queremos?. A mi no me gusta el hiperrealismo, prefiero el minimalismo y el abstracto. Aunque reconozco que también me gusta Antonio Lopez.
Sacado de El Mar, el mar de Iris Murdoch:
"Así es, indudablemente, como debería terminar el relato, con las focas y las estrellas, explicación, resignación, reconocimiento, todo recogido en una significación superior radiante y ambigua, en la calma de la mente, agotadas todas las pasiones. Sin embargo, a diferencia del arte, la vida tiene una irritante manera de seguir adelante a tropezones, cojeando, desvirtuando conversaciones, arrojando dudas sobre las soluciones y, en general, dando ejemplo de la imposibilidad de seguir llevando por siempre jamás una vida feliz o virtuosa... Después sentí también que podía aprovechar esta oportunidad para atar algunos cabos sueltos aunque por supuesto jamás puede uno atar los cabos sueltos, porque siempre está dejando otros nuevos. El tiempo, como el mar, desata todos los nudos. Los juicios sobre las personas no son jamás decisivos; surgen de resúmenes que inmediatamente hacen pensar en la necesidad de una reconsideración. Los arreglos humanos no son otra cosa que cabos sueltos y cálculos nebulosos, independientemente de cualquier cosa que para consolarnos pueda fingir al arte".
Por lo demás: aquí del arte no somos. Eso, seguro.
La normalidad es un rollazo, a veces hay que atreverse a romperla, y otras veces es que te sale, "te sales" sin poder remediarlo: esa sensación de no pertenencia, para bien y para mal. Para bien porque te alegras de no formar parte de ese esquema tan uniforme, de tener una vida interior tan rica ... para mal porque llevas la ropa sin planchar, tienes sueño, no te interesa la conversación sobre ropa, pelos o hij@s (aunque tú también tienes de todo eso pero sin meter tanto rollo...)
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