viernes, 26 de febrero de 2010
En otro tiempo, desde el mundo
Lo mismo que hubo un tiempo en el que los hijos heredaban los coches viejos de los padres o de los hermanos mayores, hubo otro en el que los padres heredaban los ordenadores viejos de sus hijos. Los hermanos mayores no solían heredar nada es estos casos: o tenían o no, o eran de aquello o no y, si acababan siendo, acabarían teniendo los suyos propios; y nuevos. Pues en éstas, mi padre heredó un Mac sin disco duro (un Macintosh Plus, si mal no recuerdo). ¿Alguien entiende lo que puede ser un ordenador sin disco duro? Bueno, pues el word estaba en un disco, un disco de los pequeños, en 800 Ks o a lo mejor era en menos, que ya no recuerdo. Arrancaba el equipo y luego metías el disco del word. Y te ponías a escribir. Y lo grababas en el mismo disco o en otro si eras un poco más organizado: en un disco la aplicación y en otro los documentos. No hubo forma de explicarle a mi padre que "el disco" podían ser otro y que una cosa era la aplicación y otra los documentos. Bueno, a mi padre y algún amigo que otro con muchos más estudios... Total que un día venía mi padre y decía "que se me ha llenado el disco" y había que prepararle otro con el word y con algo de espacio para volver a meter más documentos porque a él no le entraba que... bueno, que ya lo he contado. Mi padre, unos años más tarde, heredó un PC algo más avanzado, con su disco duro y todo y con impresora y un windows.... No hubo manera. Le volvimos a poner su Mac, con sus disquetes de word con documentos y su impresora apple... y así sigue el hombre. El día que se le rompa el mac o no encuentre ya cintas para el impresora (debo añadir que él solito se curro encontrarlas por algún sitio) no sé que va a ser de nosotros. Ni qué concepto se va a llevar de sus hijos.
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1 comentario:
Y si al hombre le gusta el suyo, qué manía de cambiárselo, jajaja.
Al mío no le puedo cambiar ni una silla de su sitio, luego se pasa meses diciendo que se le pierden las cosas desde que le cambié la silla.
Besos.
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