Marideliwes, haga el favor. Quiero reencarnarme en una señora igual que la de en medio. Con ese pelazo, ese vestido brilli-brilli y esa garra al aire. Quedo en sus manos. Si ve que me reencarno en otra cosa, por favor, golpéeme como a una cucaracha y así me adelantará la siguiente reencarnación, hasta que salga como la señora de en medio. Las veces que hagan falta. Ha sido como una revelación.
Ay, Harry, que me vuelve usted loca. Claro que es la canción del anuncio. No por hacer publicidad, entiendame, sino porque te quedas colgada de ella y la buscas y te la pones en el blos y te la quedas para ti para siempre; o por lo menos para un rato. Así es la publicidad. Pero que yo no tengo poderes, Harry, y que yo sería incapaz de golpearle a usted, así se me pusiera usted de rodillas venga de suplicarme y suplicarme. Que no podría Harry. A no ser que me prometiera que iba a seguir escribiendo. Y, ahora que lo pienso, espere, que nada más imaginarme las canciones que usted podría acabar cantando, a lo mejor... Ay, no me tiente usted, Harry, que la carne es débil, pero débil, débil. "Con ese pelazo, ese vestido brilli-brilli..." Y se ha dejado como giran las tres en la silla, que es como un girar pero sin discontinuidad. Un giro que no es humano. Ay. Un beso muy grande, Harry, que es usted... el copón bendito.
5 comentarios:
Marideliwes, haga el favor. Quiero reencarnarme en una señora igual que la de en medio. Con ese pelazo, ese vestido brilli-brilli y esa garra al aire. Quedo en sus manos. Si ve que me reencarno en otra cosa, por favor, golpéeme como a una cucaracha y así me adelantará la siguiente reencarnación, hasta que salga como la señora de en medio. Las veces que hagan falta. Ha sido como una revelación.
Anda pues si es la canción de Heineken. Pues es lo mejor de Heineken, la canción.
Ay, Harry, que me vuelve usted loca. Claro que es la canción del anuncio. No por hacer publicidad, entiendame, sino porque te quedas colgada de ella y la buscas y te la pones en el blos y te la quedas para ti para siempre; o por lo menos para un rato. Así es la publicidad. Pero que yo no tengo poderes, Harry, y que yo sería incapaz de golpearle a usted, así se me pusiera usted de rodillas venga de suplicarme y suplicarme. Que no podría Harry. A no ser que me prometiera que iba a seguir escribiendo. Y, ahora que lo pienso, espere, que nada más imaginarme las canciones que usted podría acabar cantando, a lo mejor... Ay, no me tiente usted, Harry, que la carne es débil, pero débil, débil. "Con ese pelazo, ese vestido brilli-brilli..." Y se ha dejado como giran las tres en la silla, que es como un girar pero sin discontinuidad. Un giro que no es humano. Ay. Un beso muy grande, Harry, que es usted... el copón bendito.
Pa dormirse, si no tienes mano una Heineken.
Eso no quiere decir que no canten como los mismísimos ángeles que tampoco se si cantaban
Pues, como le diría el Sr. Sonfór, si a usted le sirve para dormirse, pues también bien :-) No se me duerma, hombre.
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