domingo, 3 de agosto de 2008

Sueños. Con una sola mano.

Yo sueño con los abrazos. Como cuando estás dejando de fumar y te despiertas habiendo fumado en el sueño. Supongo que para conseguirlo definitivamente tienes que volver ahí y, en el sueño, reconocerte: No, gracias, yo ya no fumo. Y resolverlo allí dónde se resuelven las decisiones importantes de la vida; y la mayoría de los deseos. Felicidades, lubis.

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