Eso dijo el Jardinero: "es el momento de demostrar presencia de ánimo". Palabras sencillas y eternas, de esas que marcan los límites y también cierta esperanza boba. No tenemos otras. ¿Dejará de doler algún día el maldito brazo?, ¿volveremos a tener hombros de verano? Mientras admiramos más que nunca esos cuerpos y sus vuelos en mariposa. Como cuando nadábamos. Queremos volver.
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