Estamos leyendo a Coetzee, somos así de disciplinadas. O de masoquistas: lo odiamos, nos cabrea... pero erre que erre, a ver si explotamos o adivinamos qué nos ha hecho este hombre para provocarnos semejantes estados de desesperación. Vaya por delante que no solemos hacerle ascos a libros tristes, que, normalmente, hasta encontramos consuelo en ellos. Esto es lo que nos tiene mosqueadas (a pochanca y a mi, por cierto).
Más: Juan José Millás nos gusta. Hay un libro suyo que consideramos de lectura obligada para las niñas de 16 (o así) años: Hay algo que no es como me dicen. También es posible que, a los 16 o así, años, no hubieramos conseguido entenderlo o nos hubiera aburrido o vete tú a saber qué, pero hubiera merecido la pena intentarlo. Y vamos a acabar con el En medio de ninguna parte que nos traemos entre manos porque, de premio, continuaremos con el Millás, no sabemos todavía con cuál de sus títulos.
Y lo que no puedo dejar de contar. Hoy estábamos enloquecidas :-) De puro contentas.
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