Piensa de verdad en Él (no hace falta que sea tu marido, por supuesto), ¿A qué no te importa que esté un poco más gordo (a ti siempre te han gustado los gordos que, por supuesto, tú no has encontrado gordos sino encantadores, la verdad), un poco más feo (¿feo?, pero si está cada día más guapo), un poco más viejo (si es que contra más viejo se vuelve más interesante...) Y ahora piensa en ti: ¿Tú no crees que te mereces, por lo menos, algo como lo que él tiene? :-)
Claro que, si tú eres de Ésas que le gustan delgados, sin arrugas y guapos sin pasado... a mi es que no me gustan nada. Te lo juro.
2 comentarios:
a mi me gustas tú. Ja ja
pero yo tengo mi intimidad :-) besos
Publicar un comentario