Me llega la lista de contactos y alguna foto en la que, por supuesto, no estoy. Éramos tan jóvenes que no creíamos en las orlas, en la necesidad de apoyarse en una chuleta gráfica. La foto ideal, la que sentíamos de veras, nunca llegamos a hacerla. No tengo ni idea de quien es nadie. Yo recuerdo mis pantalones aberchales y una chaqueta de punto azul oscuro con la que acabé el último examen de aquel curso. Sería ya en julio; era en Zaragoza y probablemente el examen habría durado día y medio. Y una tormenta de camino al autobús. Todo era extraño. Luego algunos me confesarían que pensaban que yo era de Físicas.
Me voy a poner el video de ahora porque si no me muero.
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