El tiempo coloca a cada uno en su lugar. A mi, concretamente, haciendo las labores de casa. En mi caso quizá fuera más acertada la frase "El tiempo siempre te acaba llevando a los lugares de los que huiste", porque es obvio que las labores de casa no me interesaron nunca lo más mínimo y que, incluso, huí de ellas como de la peste.
Y aquí estoy: histérica porque todo está más sucio, más desordenado o es más feo de lo que mi percepción del mundo, en otros tiempos menos sensible o pendiente de tareas más elevadas, es capaz de aceptar. Nos volvemos locas limpiando, poniendo lavadoras, fregando paredes. Y acabamos cansadas. Porque como diría mi madre: "no estáis acostumbradas". Pues ya ves, mamá, aquí estoy, con toda la profesionalidad, el tufillo de perfección y la misma culpabilidad de siempre, pero sin base. Porque el tiempo siempre nos acaba colocando en los lugares de los que pensamos que huíamos para siempre.
Otro día hablaremos de los pueblos horribles de mi imaginario infantil y de como acabé viviendo en uno que los representa a todos, joder.
miércoles, 11 de enero de 2012
viernes, 26 de agosto de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
Señoras tranquilas, sabias y también alegres
Miren Etxezarreta - La Deuda Pública y el Pacto del Euro from ATTAC.TV on Vimeo.
Ella, con zapatos rojos ;-)
domingo, 19 de junio de 2011
Dividide y vencerás, y sus resistencias
Vienen a decir los nuevos gurús de la vida lo que ya nos dijeron los anteriores: que para resolver un problema, para conseguir una meta, hay que dividirlo en problemas más pequeñitos; en submetas, añaden.
Y yo me pregunto si para aprender a dividir (que parece un concepto fácil, pero que debería darse sólo en cursos avanzados) no habrá que ir en orden y enseñar a sumar primero en la vida. Como cuando te das cuanta de que 5 dedos de una mano y 5 de la otra son 10, y que tienes 10 dedos juguetones, diferentes y que te sirven para hacer tantas cosas.
Pasar luego por esa complicada etapa dónde la suma y la resta se sabe que son distintas pero no acertamos del todo a adivinar si la cesta de las manzanas, y las peras, tiene que acabar en una suma o en una resta. Hasta que esta última, a pesar de nuestra resistencia, acaba por imponerse como necesaria y, ciertamente, qué pocas manzanas nos quedan.
La multiplicación es cosa hecha: tablas, cánticos en compañía, algo nos dice desde dentro que volvemos a la suma.
Hasta que llegan los problemas, los reales, los de verdad, esos que sólo se dan en cursos avanzados y dónde han desaparecido las cestas, cosa de niñas, y aparecen los kilómetros, los euros, las máquinas; y nos hablan entonces de la división, la herramienta que habremos de acabar dominando si queremos cerrar nuestra vida perteneciendo al exclusivo grupo del 10% de personas que consiguen sus metas en la vida.
En lo que a mi respecta, pienso que voy todavía por esa etapa confusa entre la suma y la resta. Yo voy pasito a pasito y anda que no me queda hasta llegar, siquiera, a pensar en las metas!!!
Pienso que es peor cuando queremos saltarnos etapas y empezar directamente por la división. Porque entonces lo más fácil es que acabemos usando la herramienta únicamente para nuestras guerras. Y aquí, lo que está claro, es que es la base la que nos falla.
Y yo me pregunto si para aprender a dividir (que parece un concepto fácil, pero que debería darse sólo en cursos avanzados) no habrá que ir en orden y enseñar a sumar primero en la vida. Como cuando te das cuanta de que 5 dedos de una mano y 5 de la otra son 10, y que tienes 10 dedos juguetones, diferentes y que te sirven para hacer tantas cosas.
Pasar luego por esa complicada etapa dónde la suma y la resta se sabe que son distintas pero no acertamos del todo a adivinar si la cesta de las manzanas, y las peras, tiene que acabar en una suma o en una resta. Hasta que esta última, a pesar de nuestra resistencia, acaba por imponerse como necesaria y, ciertamente, qué pocas manzanas nos quedan.
La multiplicación es cosa hecha: tablas, cánticos en compañía, algo nos dice desde dentro que volvemos a la suma.
Hasta que llegan los problemas, los reales, los de verdad, esos que sólo se dan en cursos avanzados y dónde han desaparecido las cestas, cosa de niñas, y aparecen los kilómetros, los euros, las máquinas; y nos hablan entonces de la división, la herramienta que habremos de acabar dominando si queremos cerrar nuestra vida perteneciendo al exclusivo grupo del 10% de personas que consiguen sus metas en la vida.
En lo que a mi respecta, pienso que voy todavía por esa etapa confusa entre la suma y la resta. Yo voy pasito a pasito y anda que no me queda hasta llegar, siquiera, a pensar en las metas!!!
Pienso que es peor cuando queremos saltarnos etapas y empezar directamente por la división. Porque entonces lo más fácil es que acabemos usando la herramienta únicamente para nuestras guerras. Y aquí, lo que está claro, es que es la base la que nos falla.
sábado, 11 de junio de 2011
Desmemoria
Vidas que se resumen en trozos torpes y como descuidados porque, todavía, ya no son lo que nos importa. Volvemos a optar por la vida. La siguiente.
jueves, 19 de mayo de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
En las crisis y en la guerras
Le prometí al Sr. Sonfór que hablaría de Un día me esperaba a mi mismo, de Miguel Angel Ortíz Albero y publicado por la editorial Jekyll & Jill. Todo en google, en blogs, en facebook, en twitter... bueno, en twitter no sé exactamente. También aquí.
Y tampoco sé exactamente que más puedo añadir o no:
Que es un libro precioso sólo apto para sensibilidades especiales (ayer escuchaba por la tele decir a un humorista que todo el mundo se considera de una sensibilidad por encima de la media; o sea que, en ese sentido, tampoco es que estemos añadiendo nada).
Y también algo más que nos recuerda este libro: que la guerra tiene muchos puntos en común con las crisis, incluso con crisis económicas como la nuestra; que no siempre somos dueños de las circunstancias que nos toca vivir, pero que pareciera que sólo hay dos estados: o crisis o guerra y que seguramente esta barbarídad que acabo de decir es consecuencia de encontrarnos en una de estas circunstancias. Y que no hay otra salida digna que el amor o los deseos o la trasformación de una realidad, la de los otros, en otra diferente y propia. Una salida, una joya. Cuando nos esperamos a nosotros mismos.
Muchas gracias, Sr. Sonfór. Me siga publicando libros, porloquemásquiera.
(borrador, luego ponemos los enlaces. Y, a lo mejor, hasta foto :-)))
Y tampoco sé exactamente que más puedo añadir o no:
Que es un libro precioso sólo apto para sensibilidades especiales (ayer escuchaba por la tele decir a un humorista que todo el mundo se considera de una sensibilidad por encima de la media; o sea que, en ese sentido, tampoco es que estemos añadiendo nada).
Y también algo más que nos recuerda este libro: que la guerra tiene muchos puntos en común con las crisis, incluso con crisis económicas como la nuestra; que no siempre somos dueños de las circunstancias que nos toca vivir, pero que pareciera que sólo hay dos estados: o crisis o guerra y que seguramente esta barbarídad que acabo de decir es consecuencia de encontrarnos en una de estas circunstancias. Y que no hay otra salida digna que el amor o los deseos o la trasformación de una realidad, la de los otros, en otra diferente y propia. Una salida, una joya. Cuando nos esperamos a nosotros mismos.
Muchas gracias, Sr. Sonfór. Me siga publicando libros, porloquemásquiera.
(borrador, luego ponemos los enlaces. Y, a lo mejor, hasta foto :-)))
sábado, 23 de abril de 2011
A la contra
Le digo al Capitán que no volveré más a Londres, que no puedo seguirlo en sus viajes, que se busque a otro. Le digo que ya me bajé una vez de su moto para no volver a subirme nunca más en ella. Se lo digo porque él sabe que aquello fue cierto y lo de Londres quién sabe. Le digo que los chiquillos ya son mayores y que a partir de ahora deberían empezar a viajar solos. Pero el Capitán, ¿qué nuevas excusas encontrará ahora? ¿qué motores? ¿Y yo? ¿contra qué tendré que volver a definirme?
Por cierto. Nos encantó.
Por cierto. Nos encantó.
domingo, 20 de marzo de 2011
Tolerancia
Escribo un poco en el jardín. Sigo siendo una mujer de cuadernos. Mientras fumo y tomo café. Pronto empezaré a dar aceite a la madera y a pintar mesas y alguna pared. Pronto querrá florecer la glicinia, mientras abril se cuela.
sábado, 19 de marzo de 2011
Tecnología de bar antiguo
martes, 8 de marzo de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
domingo, 9 de enero de 2011
Deseos para 2011
Dar por finalizada cierta parálisis, cierta estupidez, cierta desilusión. Y volver a los lugares comunes, aunque volver sea imposible y nada nos vuelva a resultar ya acogedor. Demasiado pronto para morir, demasiado largo, demasiado absurdo. ¿Dónde encontraremos el camino? No hay duda de que existe, pero ¿dónde y cuando y, sobretodo, cómo lo encontraremos? ¿Qué hacer? Alguien insiste: creatividad y acción. ¿Y no es cierto que debemos entender antes que nos llevó a esta situación para salir de ella? Quizá no sea del todo necesario. "Es normal que lo quieras todo", te digo. Luchas de egos y tu mejor yo todavía esperando que le des paso.
jueves, 23 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Esta no
martes, 21 de diciembre de 2010
Digital reputation management Prueba
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