domingo, 25 de octubre de 2009

Pasión por los chavalotes

Ayer nos fuimos a ver Ágora. Había leído algunas críticas no muy estusiastas de la peli, pero como fue Ampy la que dijo que estaba muy bien y que, incluso, podíamos ir a verla en familia, allí que nos presentamos los tres, con más miedo que otra cosa (por Xabier , me refiero, que ya se sabe que Ampy trata a los chiquillos como si fueran todos personas enteras). Bueno, pero a lo que íbamos: una historia contra la intolerancia, bien; una historia a favor de las mujeres científicas y filósofas, también; una historia feminista en ese sentido, sin lugar a dudas. Todo estupendo. Pero aquí, lo que nos sobrecogió de veras, por lo que seguramente recordaremos esta película, será por Orestes, el chavalote enamorado hasta los huesos que sin esperanza alguna continúa enamorado de ella, sin hacerle daño, acercándola sin saberlo a lo que busca. La versión de Amenabar, entiendo.

En un momento de la película, Orestes se queja de la complejidad de la teoría que están exponiendo sobre el movimiento de los planetas. "A lo mejor yo soy muy simple" dice, o algo así. Para mi, esta escena y la del barco (no cuando cae el saco, antes) son las mejores.

Por lo demás, yo salí triste y desconsolada mientras el Capitán opinaba que si Orestes se hubiera cargado al Obispo a la primera de cambio, todo hubiera sido distinto. "Pero la gente todavía se hubiera descontrolado más", le digo. "Ya, pero sin que se enteraran", contesta. Y continué leyento una especie de tocho/tesis doctoral (o algo del estilo) tilulado Hipatia (de Clelia Martínez Maza) con el que llevo durmiéndome por lo menos un mes. Pero esta vez poniéndoles cuerpo y cara, un poco más de orden y otro tanto menos de intolerancia. Así esta la cosa, que diría el Sr. Sonfór.

3 comentarios:

marideliwes dijo...

Este parece un resumen aceptable.

añil dijo...

Pues después de "este" no sé si ir a verla.
Iré, muy documentada ya, y te cuento.

marideliwes dijo...

Yo sí que iría, añil, pero eso depende de como andes de horario :-)
Ya me contarás, que ya te digo que a lo mejor yo iba muy condicionada por el chiquillo que tenía al lado :-) Un beso.