miércoles, 6 de febrero de 2013

Nunca a mano ya los cuadernos


Ni los libros. Mientras miro con envidia al Capitán, que hace tiempo que lee ya solo en e-books, ninguno de los libros que me esperan en la mesilla son ya suficientes. Nada es lo mismo y nunca tengo ya mis cuadernos a mano. Puede ser eso o pueden ser otras cosas, pero siempre he necesitado los cuadernos, desde que tuve un papel y un bolígrafo con los que reflejar las palabras que también tenían sonido. Por eso es necesario seguir escribiendo aquí, porque la nube sí, para escribir en ella no necesitas nunca subir o bajar ni un piso. Y porque hemos dejado de ser disciplinadas. Ya no somos capaces de tener un solo cuaderno, precioso y propio del momento, y escribirlo desde el principio al final. Ya no lo concebimos, aunque seamos nativos secuenciales, la falta de secuencia es la verdadera identidad de los tiempos y qué más da que se pierda todo. Mientras escucho la radio, al menos la radio. Y Sua a mi lado.