jueves, 25 de septiembre de 2008

Como el peso de una montaña

Así es a veces la realidad: sin sueños.

2 comentarios:

FPC dijo...

¿Sin sueños? No, nunca.

marideliwes dijo...

Pero tú sigues oyendo los ruiditos o no? Luego me di cuenta que ponias que llevabas años... Y lo de las gafas no me extraña porque yo, cada vez que me las pongo es como si me pusiera un casco de moto por la cara.

Pero al tema: yo sí que creo que hay días y momentos sin sueños. Momentazos. Que no son buenos, pero que también son necesarios. Por el contraste :-) Y que pesan, como si llevaras un bote de leche condensada pegado al brazo, por ejemplo :-) Uno de los grandes. Bueno, que nos tienes el blog un poco abandonado y a ver.