viernes, 1 de agosto de 2008

Con una sola mano (2/n)

Un relato es ante todo un instrumento de medición y, si se me apura, un "instrumento de precisión". El mundo es infinito, inabarcable, fluido, sin comienzos ni finales, ilimitado, incalculable, (...). Exagerar es rebajar las cosas "muy arriba": la exageración del pescador en el café, con los brazos abiertos en compas, reduce lo inconmensurable a lo estrictamente "inmenso". Exagerar es medir, con exactitud matemática, por encima de la verdad y por debajo de la emoción, que es mucho más verdadera. Lo Grande pone límites a lo Infinito y todos nuestros placeres proceden, de un modo o de otro, de esa "limitacion". Si amamos las cosas grandes, si las queremos más grandes, si lo grande tantas veces nos mueve a admiración o a risa es porque lo grande es siempre más pequeño que el Todo; si amamos las cosas pequeñas, si a menudo las queremos más pequeñas, si lo pequeño tantas veces nos inspira hilaridad o ternura es porque lo pequeño es más grande que la Nada.

Recogido en "Leer con niños" de Santiago Alba Rico. Publicado por Caballo de Troya.

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