domingo, 14 de junio de 2009

Horas muertas

Se despertó con la sensación de que su vida estaba encaminada, casi acabada; y le dio por pensar en las cosas que ya nunca más haría. Sabía que no era cierto, que la vida no da treguas y que tendría que responder todavía a situaciones que ni siquiera podía imaginar. Pero no le dio por pensar en las sorpresas agradables que también llegarían; en eso no. Hacía años que el Capitán había dejado de vivir para ella y todas esas sensaciones se mezclaban y la inutilizaban durante horas.

2 comentarios:

añil dijo...

La vida tiene muchos cruces de caminos. Lo mejor es ir sin GPS.
Lo dice una experta en cambios de ruta inesperados.Repetir cosas ya vividas es una pérdida de tiempo habiendo tantas por descubrir.

Lola Royo dijo...

quizá si pensamos que..
las mejores cosas están por llegar,
que lo más importante está por hacer,
que todavía hay sorpresas en la caja,
que en este lado del espejo nos vemos con nitidez,
quizá si pensamos esto...
desaparezca la inmovilidad en los días grises,

este cuento y alguno más, me lo aplico siempre que puedo, no te creas...