martes, 25 de noviembre de 2008

Patadas en concierto

Por un momento nos damos cuenta de que estamos demasiado solos y de que es esa soledad la que nos lleva a herir, a confundirlo todo (analizando). Es sólo un momento, mientras te escucho y me revuelvo contra todo tiempo. Luego giro, necesito girar: ni somos los únicos ni los que más; y por lo tanto. Aire y olvido. Ancho mundo.

3 comentarios:

FPC dijo...

Suena a desencanto profundo.

marideliwes dijo...

Esto tengo que desarrollarlo, pero que ando mal de tiempo. Y que estaremos procesando :-)

Me gusta como lo dices.

Mi desencanto, que es, no suele durar mucho. Yo no puedo escribir a favor del desencanto. Quizá sobre él, pero nunca a favor.

Un abrazo, fpc. Me alegra oirte.

Anónimo dijo...

Así me gusta, que pienses en apartar el desencanto, no te preocupes por él que yo lo recojo yo.
Madre desesperada