domingo, 3 de junio de 2007

Y aquellas urticarias

Una vez hicimos un experimento: comenzamos un cuaderno y nos propusimos escribirlo entero a mano, a modo secuencial, con tachones incluidos. Para entonces llevábamos tiempo usando los procesadores de texto y habíamos perdido la soltura con los bolígrafos. Eso pasa. También habíamos perdido otras solturas: la del pensamiento no racional, por ejemplo. También eso pasa: éramos incapaces de seguir un texto "creativo" (de letras, digamos) durante 10 lineas seguidas sin que nos empezara a picar todo el cuerpo. Un texto que se saliera de la definición, lema, hipótesis, teorema, corolario, propuesta, conclusiones, sujeto, predicado, por lo tanto... cosas de esas. Fue un cuaderno feliz, la verdad. Y hermoso. Aquel cuaderno fue el final de un sueño. O eso es lo que creí entonces, porque la vida no hace más que darte vueltas todo el rato por el mismo sitio.

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