miércoles, 28 de marzo de 2007

Yo lo tengo muy claro

Nos volvemos simples cuando algo no nos incumbe, cuando miramos de lejos, cuando venimos definimos en contra o cuando queremos acabar porque nos esperan en otro sitio. Pero ¡ay si el agua no bajara! Nos volveríamos oscuros; y complicados. Luego, más tarde, tras no poco esfuerzo, quizá claros y hasta sencillos, ya nunca tan mortalmente confundidos.

No hay comentarios: