jueves, 25 de septiembre de 2008

Como el peso de una montaña

Así es a veces la realidad: sin sueños.

+ sobre el miedo

En realidad, como me paso temporadas enteras es pensando que me puedo permitir esos miedos. Hoy atacaré definitivamente a las avispas. Se colocaron en el verano en una de las persianas, junto al tendedero.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Me confundí de día



Me concentré tanto en la hora (las 11 y media, las 11 y media... ) que adelanté el día :-) Estoy hablando del Plutón BRB Nero :-) Total: que me vi los dos documentales de Documentos TV (el ultimo, me dí cuenta al final, cuando meten a la niña recién muerta en una caja de cartón, ya lo había visto). Mientras, me iba haciendo con el argumento de Herederos: más o menos, porque la publicidad da para ver dos cadenas al mismo tiempo, lo importante me refiero. Y es que como no hay pestañas... En fin, creo que el definitivo tendré que verlo en diferido porque, quien lo hubiera dicho en mi, cada vez tengo que acostarme más pronto.

Nota: por cierto, del video me encanta lo de "estás borracho?"

lunes, 22 de septiembre de 2008

Una de miedos

A mi me interesan los miedos, por lo paralizantes y por lo absurdos. Y me interesan especialmente los mios, claro, porque los de los demás como que no me parecen serios y, lo que le faltaba al miedica, que encima te rieras de ellos.

De pequeña era absolutamente despiadada con mis miedos: pillaba uno y zas!, lo machacaba ahí mismo. Ahora no, ahora me paso temporadas enteras despistada, pensando que no tengo o que los que tengo son consecuencia directa de una madurez tipo colesterol bueno. Pero las cabras...ay las cabras! Acabo de pillarme uno del que no había sido consciente hasta ahora mismo, mientras leía el blog de Miranda. Hay mujeres interesantes, interesantísimas, que me dan miedo.( "Vámonos, ya lo has dicho"). Esto no debería pasar, no a mi que soy una mujer inteligente y solidaria y no tan sobradamente guapa como para dar por el saco :-) Un poco misicas, sí, a lo mejor es por eso. Yo... que puse una moneda al final del paseo del cementerio en una noche con tormenta por demostrar a mis hermanos que aquello del miedo a los muertos era absurdo. A los vivos, decía mi madre, a esos es a los que hay que tenerles miedo. Y, claro, acabamos concentrando todo el miedo en las miradas de los vivos. Sobre todo cuando miran fijo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Con todos ustedes, tal cualo

Harry Sonfór, parece que se llama

Sobre la amistad, la guapura y los sentimientos internos


"Hay momentos buenos. Estás hablando con un amigo, lo miras fijo y mientras el otro habla y habla por lo interno te dices «mira qué guapo está el condenao». Por ahí tiene que ir la amistad, ver al cercano guapo. Luego, otro día, que lo miras y si te dices «pues qué mal cutis», «pues qué desmejorado» mala cosa: en cuatro días habrá bronca, o dejadez o pesar. Así que la amistad tiene que ir de la mano del ver al prójimo guapo. «Pues yo tengo amigos que no los veo guapos» dirá uno. Pues o no son amigos suyos o usted no es amigo de ellos, aunque se engañe pensando que sí. Los amigos, guapos siempre.

En la foto: Silvana Mangano en «Riso amaro», sin necesidad de hacer amigos."

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Etiopía



















Sico me trae café de Etiopía. Y me trae a ella misma para recordarme que los mundos posibles no son nunca los puros ("dónde la vida late", dice mucho Sico). Con tintes casi cosmocológicos me habla de la razón de ser de cada uno y de que únicamente cada uno puede ser el que es, que no hay nadie que pueda serlo por nosotros y que sería una pena... esas cosas que supongo yo que dirán los cosmólogos... Me hago cosmóloga, me viene de perlas.

El amor en tantos por ciento

No existen las parejas compatibles al 100%. Existen las compatibles al 5, al 10%; y, una vez, alguien conoció una pareja que resultó ser compatible al 40%, pero eso fue hace tanto tiempo... Hoy nos vamos a compatibilizar un poco con nosotros mismos. A ver.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Mal de madre

Estamos leyendo Mal de escuela de Daniel Pennac. A ver, estamos leyendo más cosas, pero éste es el que se nos queda. No somos el zoquete del que habla Pennac en su libro, somos la mismísima madre.

domingo, 14 de septiembre de 2008

sábado, 13 de septiembre de 2008

Más infidelidades: la parte de los ex-amantes

Al año, aproximadamente, ella salía del abogado con todos los papeles en regla. El abogado la acompañó hasta la puerta, quizá con amabilidad excesiva.

En otra ciudad, él giró la llave y entró en casa. Venía del trabajo dónde, desde hacía algo más de un año, se había vuelto a liar con una antigua jefa con la que ya había estado liado anteriormente.

En el pueblo, aquel verano, se habló de la separación de ella y de si habría algún tercero. Nada se habló de él que seguía como siempre. Sólo a un tío, que sentía debilidad por él, se le ocurrió comentar que menudo imbécil.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sutilezas

Ella solía decir:

- Tenemos que hablar.

Él llegó un día y dijo:

- Tengo que contarte cosas.

Ilusiones en la fila de la carnicería

Yo, si pudiera, rompería con mi marido y con mi amante el mismo día, juntándolos a los dos. Como Dios no me ha dado amante, me queda sólo la ilusión de romper con el marido. Pero que él se ha hecho a la vida que llevamos y me dice que me deje de tonterías, que así está de lo más cómodo. Así que a ver si me sale algún amante y me puedo dar alguna ilusión.

¿Qué hago conmigo?

Vuelvo a trabajar. La médico dice que debo tener más paciencia, pero no la tengo. Cuando una mujer no trabaja (fuera de casa, se entiende) siempre le surgen temas pendientes que son de los demás ("y no estais acostumbradas" que diría mi madre). Cuando no le surgen, se los inventa: su culpabilidad. La mujer que hay en ti es una mierda que nunca te deja en paz. Mejor vuelves a trabajar y te incorporas al mundo de los que van y vienen y hacen cosas por las que nadie, ni siquiera ella, se va a preguntar.

"Yo buscaba el camino de regreso sin quererlo encontrar" dice Jorje Drexler en una de sus canciones. Con esa cancioncilla nos vamos a rehabilitación.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Un mundo feliz

Un mundo sin camiones. Y con todos los coches iguales. O mejor: sin ninguno de ellos. Solo con tu coche por la carretera.

Volvemos a yoga



Mi señorita de yoga dice cosas tan bonitas que, allí, tumbada sobre el suelo y a punto de relajarme, comienzan a caérseme las lágrimas. Menos mal que todo está oscuro y nadie puede verme, pienso tontamente. Y se permite una de sus licencias y pone una música que la mayoría identifica, pero que yo ni siquiera conocía. Es Jorge Drexler, me dice al final, y me presta un CD para asegurarse de que volveré el próximo miércoles.

Ni siquiera había estado nunca en Berlín.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Un largo. De cuello.

Hace poco, en otro blog, enlacé un artículo de El País que me resultó divertido, interesante, como de sábado por la mañana. En el fondo, no hacía otra cosa que esconder una huida, porque la lectura que en realidad se me había quedado pegada aquel día, hiriéndome, había sido otra: el artículo de Carlos Fuentes sobre Nuria Amat.

Sólo puede herirnos lo que nos toca de cerca, eso lo sabemos. Por eso volvemos y seguramente también por eso hablamos de ello. Y porque después de pasar la noche y el sueño, y las 24 horas de rigor, la herida sigue ahí y lo seguirá estando hasta que la miremos y tratemos de hacer algo por ella. No puedo meterme con el artículo de Carlos Fuentes, que contiene párrafos hermosos y sugerentes; tampoco con Nuria Amat, por supuesto, a la que Carlos Fuentes es posible que no acierte a mirar o a la que yo necesite leer de forma directa. Estoy hablando de mis horrores, del tipo de desesperación que necesitamos tapar rápido y de la mirada que se desplaza muy deprisa hacia algo dónde podamos descansar tranquilos, libres de toda culpabilidad. Es muy probable que tengamos que volver más días, pero tendremos que empezar.

"Se escribe en el lugar de los desheredados, donde nos toca la locura ajena, donde los amantes buscan la catástrofe, donde las recámaras evocan los cementerios, donde soñar es naufragar en el secreto del cuerpo, donde Dios es el vecino de la pieza de al lado, donde sólo al gritar somos sinceros, donde el miedo a morir es "el motivo secreto de la ruptura de tantas parejas que llevan años juntos y que ven en la vejez el castigo por haber vivido". Donde la muerte es la moneda que se paga por el lujo de vivir."

¿No estamos mezclando un poco las cosas?, ¿a qué viene el motivo secreto de las rupturas de tantas parejas que llevan años juntos?

"La escritora se da cuenta de que un amor, sin embargo, ha sido verdadero sólo al perderlo. Entonces se deja atrás la indiferencia, el "nudo de plomo" que hunde a las parejas cuando "ya nadie quiere despertar al lado de alguien con quien no es feliz" y se gana, en cambio, la inmensa posibilidad de "amar con tanta intensidad algo que no existe". Fortuna que reclama -es la vía de la concreción amorosa- lo más nimio, olvidado y perdurable de una relación de pareja. Hacer reír. Despedirse con elegancia. Salir de la cama con una mirada consternada. Naufragar en el secreto del cuerpo, y no poder desnudarse del todo porque nuestro gran disfraz es el cuerpo."


¿Ya nadie quiere despertar al lado de alguien con el que no es feliz? ¿Y cuándo alguien ha querido hacerlo? ¿lo han querido de veras en otras épocas? ¿no lo habrán hecho porque no les quedaba más remedio? ¿no lo seguimos haciendo en la nuestra por los mismos motivos? La gente se enamora y se desenamora, no suele calcular. Como cuando se ríe. ¿Nos enamoramos cuando somos jóvenes para procrear o por algún otro motivo más sublime que se me escapa, distinto y más justificado que el motivo por el que nos enamoramos cuando somos ya viejos?, ¿por qué habríamos de enamorarnos las siguientes veces para huir de nada? Nos enamoramos por segunda (o por tercera o por enésima vez) cuando nos hemos desenamorado anteriormente 1 o (n-1) veces, o cuando el ser amado ya no está, eso es todo. Y todos los enamoramientos son igual de maravillosos o de ridículos o están igualmente justificados. O sea, en absoluto. O sea, totalmente. Son, eso es todo. ¿Y por qué el cuerpo de un viejo habría de ser un disfraz mayor que el de un joven?

No conozco un desamor más profundo ni más destructivo que el que se da en la mayoría de las parejas de larga duración. De las que yo conozco, claro. Ni un cuerpo más disfrazado que el mio cuando era joven, sin ir más lejos.

Para colmo, acabé en un enlace de un grupo feminista metiéndose con las relaciones de señores mayores con mujeres a las que llevan más de 20 años. No me gusta lo que hay detrás de esas críticas, no puedo evitarlo. Se trata sólo de amor, estúpido para el que no lo siente, por supuesto, como todos, pero nada menos que de amor. De huida de la muerte a la que todos los vivos, jóvenes y viejos, mujeres y hombres, desenamorados y justo antes de morir, tenemos derecho.

Aquel no fue un día afortunado, desde luego. Y eso que era sábado :-)

Nota: he dudado en publicar esta entrada que tenía escrita y que no acababa de gustarme tampoco. Pero es que voy por los 276 borradores en el gmail. Por soltar.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Deseo

¿Puede haber un momento de esperanza en la muerte de un padre? Temo el día en que él muera e, inevitablemente, nuestros diálogos y complicidades finalicen. Tener que seguir con el peso de lo que no se habló, de lo que quizá ni siquiera fue vivido. Seguir con la memoria, en constante desavenencia. E ir descubriendo cosas que entonces no entendiste. Para poder morir en paz, con alguna batalla resuelta. Nuestro corazón se va poblando de las vidas de los otros y en los sueños vuelven. Cada vez con más claridad. Eso me contó.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Pues mira, mea aquí

Igual que tus células, mi amor, no quieren hacer los deberes, las mías se paralizan. Te estoy esperando y no sé qué hacer, qué paso debería ser el siguiente. Esa incertidumbre no me sirve para acercarme a ti. Y, seguramente, tampoco el mentirte. "Los años de vida que me vais a quitar", decía mi madre. Y, sin embargo, yo la recuerdo tan alegre, tan divertida, tan sincera, tan irresponsable...

- Mamá, que me meo, le decíamos bajito cuando era evidente que no era ni el lugar ni el momento.
- Pues mira, mea aquí, nos contestaba enseñándonos su mano y haciendo con ella un hueco, a todas las luces, absurdo..

miércoles, 3 de septiembre de 2008

martes, 2 de septiembre de 2008

The winner takes it all



Me fui a ver Mamma Mia! mientras el Capitán y el Otro veían la enésima película de Star War. A mi lado, unos padres con una niña de no más edad que la tiene mi hijo ¿He dicho mi hijo? Podía sentirme más próxima a la niñita que a él.

¿Por qué lo había dejado tan solo? ¿por falta de confianza en mi misma? Desde que había nacido, a penas si había podido ser yo. Y sentí que el Capitán se lo había llevado todo.